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Historia:
La Bella y la Bestia es un cuento de hadas
tradicional francés. Su origen se le atribuye a Apuleyo, que al parecer, incluyó
esta historia en su libro “El asno de oro” con el título de “Cupido y Psique”; por
otra parte, la primera versión de esta obra se duda entre si perteneció a Gabrielle-Suzanne
Barbot de Villeneuve, en 1740 o a Gianfrancesco Straparola, en 1550. A pesar de
ello, la versión actual y la más conocida y versionada es la de Jeanne-Marie
Leprince de Beaumont, escrita en 1756. Sin embargo, la fama de este cuento se
debe fundamentalmente a la versión de Disney, que incluso fue llevada al cine y
es la versión más famosa en la actualidad; a través de la cual, conocemos este
cuento la mayoría de nosotros.
A modo de curiosidad, decir que en la versión
original hay algunos cambios con respecto a la que ahora conocemos; por
ejemplo, la bestia, no tiene el aspecto leonado con el que la presenta Disney,
Bella solo tiene 16 años, el padre promueve la boda, Bella es entretenida con
un juego de espejos que le permite asistir a diversos espectáculos y entra
también en juego el sexo.
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Resumen:
Érase una vez un mercader, que poco antes de partir
a un viaje de negocios, les preguntó a sus hijas qué querían que les trajese de
regalo. Las hijas mayores le encargaron vestidos y joyas, pero la más pequeña
únicamente le encargó una rosa cortada con sus manos.
En el camino de vuelta, el mercader se encontró cansado
cuando de repente vio un castillo con comida en el que se quiso alojar; y como
no había nadie, cenó lo que había en la mesa y se acostó en la cama más cómoda.
Al día siguiente, cuando iba a marchar se quiso despedir y agradecer el alojamiento,
pero como no había nadie, se dispuso a marchar cuando vio un rosal del que
arrancó una rosa para su hija; en ese momento apareció una bestia elegantemente
vestida que se enfadó y amenazó con matar al mercader a menos que le trajese a
su hija.
Tras contarlo en casa, la hija menor se ofreció a ir
donde la bestia, quien la retuvo en su palacio sin dejarle abandonarlo, aunque
a pesar de ello, la bestia le trataba bien en todo momento, ofreciéndole lo
mejor que tenía y regalándole un espejo mágico en el que podía observar a sus
familiares. En cierta ocasión, la bestia le pidió matrimonio, a lo que ella se
negó.
Poco después de que la bestia le pidiera matrimonio,
el padre de Bella enfermó, por lo que esta abandonó el castillo para visitarle
a condición de volver pasados 7 días.
Al ver el padre a su hija, éste fue encontrándose
mejor hasta que se recuperó, lo que hizo que Bella se olvidase de la promesa
con la bestia.
Pocos días después, Bella observó a través del
espejo cómo la bestia estaba cada vez peor, por lo que su amor por ella le
obligó a dirigirse al palacio y pedirle matrimonio para que no se muriera. En
ese momento, la bestia se transformó en un hermoso príncipe, ya que tenía una
maldición que le obligaba a mantenerse así hasta que una chica le quisiera tal
como era, por lo que vivió feliz con Bella para siempre.
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Mensaje y valor educativo
del cuento.
Este cuento presenta cuatro valores fundamentales,
estando estos presentes a lo largo de toda la historia. Estos valores son los
siguientes:
-La sencillez:
Este valor se hace presente cuando Bella únicamente le pide a su padre una
rosa, mientras sus hermanas le piden carísimas joyas.
-El sacrificio
y el amor: Estos valores se aprecian cuando Bella, sin pensárselo, se dirige
al palacio de la Bestia para salvar a su padre. El amor también se manifiesta al
final de la historia, cuando Bella, por amor, vuelve al palacio con la bestia y
le pide matrimonio.
- Valorar el
interior de una persona y no juzgar por las apariencias: Este valor está
presente a lo largo de toda la historia; Bella no juzga a la bestia por su
aspecto, sino que acaba amándola por su forma de ser; y finalmente, es
recompensada por ello, cuando la bestia se convierte en príncipe.
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Edad y curso para
trabajarlo.
El mensaje que transmite este cuento, se hace difícil
de comprender para los más pequeños, sin embargo, los valores que transmite son
muy importantes para poner en práctica. Por todo ello, un buen momento para
trabajarlo, sería a los 9 años, en 4º de Educación Primaria. En este momento,
los niños son suficientemente mayores para comprender y poner en práctica el
mensaje principal del cuento. No juzgar a las personas por su apariencia.