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Historia:
“Caperucita
Roja y el lobo” es un cuento que se transmitió de forma oral en la
Europa de la Edad Media, concretamente en Francia durante el siglo XIV.
Este cuento tiene distintas versiones, algunas de ellas llevadas
al cine; las más conocidas son la de Charles Perrault y la de los hermanos
Grimm, aunque es esta última, de 1812, la que ha hecho que sea conocido
universalmente e incluso haya llegado hasta nuestros días siendo uno de los
cuentos más conocidos y leídos por los niños, cuyo título se debe a la característica
capucha de color rojo que lleva su protagonista.
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Resumen:
Érase una vez una niña que vivía en una casita con su madre; en
cierta ocasión, su abuelita le hizo una capa roja que nunca se quitaba, por lo
que todo el mundo le llamaba Caperucita Roja. Un día, su madre le encargó que
llevase a casa de su abuelita enferma una cesta con vino y pasteles para que se
recuperase, pero para llegar a casa de su abuelita debía atravesar el bosque,
así que su madre le advirtió que por el camino no debía hablar con desconocidos.
Caperucita emprendió su aventura, y cuando había atravesado
la mitad del bosque, se encontró con un lobo que le preguntó qué hacía ahí, a
lo que ella contestó que iba a llevarle una cesta de comida a su abuelita. El
lobo, aprovechó para distraer a Caperucita, y así conseguir llegar antes que
ella a su destino; al llegar, entró en la casa haciéndose pasar por la niña y
se comió a la abuelita. A continuación, se vistió con la ropa de la abuela y se
metió en la cama, esperando a que llegase su nieta, a quien también se tragó en
cuanto llegó.
Afortunadamente, un cazador que pasaba por ahí decidió entrar
a ver qué pasaba, pues no dejaba de oír ruidos; así que nada más llegar y ver
la situación, rescató a Caperucita y a su abuela del estómago del lobo,
introduciendo en su lugar unas piedras para que el lobo se ahogase cuando fuera
a beber al río. Tras esta historia, Caperucita aprendió la valiosa lección de
que no debía hablar con desconocidos.
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Mensaje y
valor educativo del cuento:
El cuento incluye un doble mensaje que sería la discreción en
el trato con desconocidos y la obediencia a los consejos maternos.
A través de este cuento, se pretende prevenir a los niños
para que no hablen y den confianza a las personas desconocidas, así como
hacerles conscientes del peligro que esto conlleva. También se intenta enseñar
a los niños las consecuencias que puede tener la desobediencia a los consejos
de su madre, ya que ella busca siempre lo mejor para sus hijos y seguir sus
consejos siempre va a ser beneficioso.
Este mensaje es muy sencillo y claro para trasladarlo a día
de hoy, de hecho, no hay más que ver la cantidad de secuestros o similares que
por desgracia ocurren a nuestro alrededor para darnos cuenta de lo importante
que es que los niños interioricen bien la enseñanza de este cuento y la
apliquen a su día a día.
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Edad y
curso para trabajarlo:
Un buen momento para trabajar con este cuento es a los 6 años, en 1º de Educación Primaria, ya que el mensaje de este cuento es muy
claro y sencillo, así como práctico para el día a día especialmente a estas
edades más tempranas; por tanto, creo que trabajar este cuento es una buena
opción para inculcárselo, así como hacerles conscientes de su importancia.
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